El vino dulce es para las chicas
Los científicos han demostrado que no hay diferencia en las papilas gustativas entre hombres y mujeres. Por lo tanto, no existe el concepto de “vino para damas” y “para caballeros”. Resulta que los novatos en el mundo del vino suelen optar por los vinos dulces, y luego pasan a los secos de sabor complejo.
Probablemente el estereotipo apareció porque en el pasado las chicas solían consumir menos alcohol lo que explica sus gustos "para principiantes". Aunque en la sociedad moderna, ambos géneros tienen las mismas preferencias.
El vino no engorda
Las barrigas cerveceras, de acuerdo con la ciencia moderna, no son de tanta cerveza. La cerveza tiene 45 kcal por 100 ml y los vinos blancos y tintos 65 y 70 kcal. Los nutricionistas, sin embargo, sostienen que las calorías del vino no se cuentan en forma pura, se queman en combinación con ciertos tipos de alimentos. Así que debemos seguir un enfoque integral de la comida y el vino juntos.
El cava es para el postre
El cava que tenemos hoy en día es completamente diferente de lo que la gente solía beber hace 40 años, esos vinos espumosos eran en su mayoría dulces y semidulces.
De ahí su tradicional maridaje con los postres. Ahora más del 80% de las ventas de vino espumoso son brut, es decir, seco. Por lo tanto, el cava, especialmente envejecido, puede ser considerado como una bebida versátil que va bien con casi cualquier plato. Pide una botella de cava durante la comida y descubrirás una nueva dimensión gastronómica.